jueves, 18 de junio de 2009
Intuición
Había visto esa foto otras veces, pero no sabía muy bien qué significaba. El vaso del que bebía, tenía un tacto irreconocible también, pero por otro lado le aportaba calor y ternura. Sentía como si ya hubiera estado allí antes, pero nadie era capaz de reconocerla, ni tampoco ella era capaz de saber si estaba en el lugar adecuado. Las mujeres que tomaban el vermut a esa hora le miraban con cara de pocos amigos, con descofianza quizá y cuando ella les miraba con simpatía, las mujeres bajaban la mirada y seguían bebiendo y hablando de los precios y de sus maridos ocupados. Sintió que quizá su falda era demasiado corta y se sintió mal por ello, porque sabía que tenía otras muchas faldas y que se había descantado finalmente por ésta, y lo peor de todo es que ella sabía por qué lo hacía y tampoco le parecía adecuado. Sin embargo desde la barra del bar le llegaban miradas bastante cómplices, que ella respondía con total neutralidad. Porque su objetivo aún no había llegado, siempre lo hacía a las 12 en punto, aunque no sabía muy bien por qué lo sabía, ya que en realidad lo que hacía era guiarse por su intuición.
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1 comentario:
Dime que bebía whiskey y que llevaba los labios pintados de rojo. Sé cómo se llama.
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