martes, 21 de abril de 2009

Algo limpio

Se encendió el que muy probablemente sería su último cigarrillo. Su mujer le había amenazada en múltiples ocasiones con dejarle si seguía fumando, y bueno, finalmente él había preferido el tabaco a ella. Cuestión de gustos. Se enfrentaba ahora también al que sería su último trabajo, algo limpio, sin dejar huella, como había hecho ya hace algunos años en el asesinato de Julio García. Julio García era un imbécil de todas formas, y merecía la muerte, o eso había pensado él en repetidas ocasiones para intentar consolarse a sí mismo cuando su cara aclamando piedad se le presentaba en las noches de verano calurosas y húmedas a la vez. Ahora se trataba de algo distinto e iba a matar por placer, pero quería hacerlo bien, porque él era ante todo un profesional. Y éste, que iba a ser de los últimos días de su vida, sólo fue distinto en una cosa, y es que por fin le estaba gustando lo que hacía, aunque lo que hacía fuera matar a sangre fría, y su objetivo fuera su hermano, Ernesto García, porque el bueno de Julio, el que mató hace años también era su hermano, pero otra clase de hermano, algo así como Fredo en “El Padrino”. Un cable de cobre es lo que consideró más oportuno para llevar a cabo su trabajo, quería que fuera doloroso y lento, sabía que Julio no había sufrido lo suficiente, y aunque en esa ocasión se trataba de un encargo, tampoco le gustaba hacer a medias lo que le pedían. Recordaba el último suspiro como el primero de la vida de Julio, lento, pero intenso, y lo había sentido tan suyo como si fuera su hijo, aunque en realidad fuese su hermano. En ese instante le quiso tanto, que se arrepintió un poco de haberle matado, y dentro de sí le habría revivido de haber podido, pero ya sólo pudo cerrarle los ojos y buscar una buena funeraria para despedirle como se merecía. Ahora fuma las últimas caladas del que será muy probablemente su último cigarrillo y está un poco preocupado por su madre. Ya sólo le va a quedar un hijo, piensa, pero luego se consuela convenciéndose a sí mismo de que hace lo correcto para la familia, para la honra, para la lealtad. A su madre siempre le ha gustado que él sea honrado y buen trabajador y hasta ahora en ese punto no ha podido tener ninguna queja.


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