viernes, 5 de septiembre de 2008

Otros tiempos

Eran tiempos de calles oscuras empapadas bajo la lluvia y esquinas desconocidas para ti y para mí. A ti no te importaba. Tenías tu cigarro y tu chaqueta de cuero. En todo caso algún libro de Raymond Carver, una familia muy lejos y mucho por olvidar en bares aislados con amantes extranjeras. Entonces yo dormía en mi cálida cama y todo esto era ajeno a mí, ni siquiera conocía aún el significado de la noche, aunque un camisón azul desgastado me había dado motivos para empezar a odiar. La tranquilidad me acariciaba como a un niño pequeño en una noche de insomnio y sudor. Eran buenos tiempos, de poesía y literatura incorrecta, de canciones de otra época y paseos por el Madrid antiguo, de monedas oxidadas y mucho cuento chino. Al terminar cada día, yo me sentaba en las escaleras de la escuela y mirando sin mirar, esperaba tu carta lejana e imposible.

2 comentarios:

Náyade dijo...

Echaba de menos tus palabras, menos mal que has vuelto. Espero que la próxima vez no tardes tanto y nos sigas contando, tan pronto como sea posible, historias tan increíbles.

Mondo cruel dijo...

y ella pregunto - que pasa?
el se miro sus zapatos y no pudo evotar sonreir
- soy un madril feliz.- dijo.
ella se quedo ahi mirandole como el sonreia mirando la punta de sus botas.
p!