No te muevas. Si te agobias, golpea la perilla. Tic, tac, tuc, tuc, tatatatata en mis entrañas entra una luz cavernosa, un pozo de resignación. Respiro, respiro, la resonancia hace de las suyas. Sólo una bata me cubre. Debajo mi cuerpo desnudo inmóvil. Pienso en la visita de alguien que pueda agarrarme fuerte hasta hacerme daño. Incluso Mike Tyson me vendría bien en estos momentos. En las salas de rayos no deberían permitir que estuvieras sola, no deberían permitir que no se escuchara música de olas y destellos de mar del Mediterráneo. Lou Reed murió en la mañana del domingo, mirando a los árboles y haciendo la famosas 21 posturas de tai chi con sólo sus manos de músico moviéndose por el aire, relató su viuda, Laurie Anderson días después de su fallecimiento.
Las resonancias son lo más parecido a los túneles que te llevan al otro lado, pero al final si tienes suerte puedes quedarte un ratito más peleándola.
Tic, tac, tuc, tuc, tatatatata... Just a Perfect Day.
3 comentarios:
Jejeje. Precisamente ayer me hicieron una. Qué ruido... Pero al final, como tú apuntas, todo está en la mente. Y dejarla libre dentro de esa lata a la que alguien está dándole de martillazos, libre en contraste con el cuerpo, que ha de permanecer en esa forzada y absoluta inmovilidad, puede llegar a ser una buena experiencia, doy fe. Tic, tac, tuc, tuc, tatatatata...
Justo hoy he estado escuchando esa canción...
qué fuerte.
Beso.
Una de las entradas más hermosas sobre la muerte de Lou Reed.
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