jueves, 13 de febrero de 2014

Non Nato


A veces gateo durante días bajo los escombros. Escucho una voz que pregunta si hay alguien ahí abajo, yo grito como nunca, pero nadie consigue escucharme. 
A mí alrededor la gente habla de coches y su camello de confianza. Mis amigos de cómo pagar la luz o de como ocupar una casa. La gente, los otros, se van moviendo como dirigidos desde otro lugar, escuchan música, follan, votan sin saber votar, y se vuelven a enfadar. Trabajar, consumir comida basura, hablar con extraños y gastarse todo el dinero en estupideces varias para volver a trabajar y consumir para trabajar. 
El Pelusa ha vuelto nueve años después a Nápoles causando furor entre los asistentes al Estadio. O eso es de lo que habla la televisión.
¡Los remedios caseros no sirven! Para abortar, lo mejor son las pastillas. Una tal υи∂єя % nos da unos links, para que nos informemos. En este foro hablan de lo riesgoso de abortar de manera clandestina, mejor donar el bebé a la ciencia o a la Iglesia (si no te lo roban antes). Piensa en el derecho de tu hijo a vivir, serás muy feliz con tu hijo, piensa en su sonrisa…

Alguien comienza a taladrar mi cabeza mientras imagino esa sonrisa, la sonrisa de mi no hijo que tiene derecho a vivir mientras yo muero. Qué felicidad, ¡confeti para todos!


Imagen de Cristóbal Ospina

1 comentario:

Almudena Vega dijo...

Me gusta. Nos reconozco, pero me descuelgo de esas historias.