A veces gateo durante días bajo los escombros. Escucho una voz que pregunta si hay alguien ahí abajo, yo grito como nunca, pero nadie consigue escucharme.
A mí alrededor la gente habla de coches y su camello de confianza. Mis amigos de cómo pagar la luz o de como ocupar una casa. La gente, los otros, se van moviendo como dirigidos desde otro lugar, escuchan música, follan, votan sin saber votar, y se vuelven a enfadar. Trabajar, consumir comida basura, hablar con extraños y gastarse todo el dinero en estupideces varias para volver a trabajar y consumir para trabajar.
El Pelusa ha vuelto nueve años después a Nápoles causando furor entre los asistentes al Estadio. O eso es de lo que habla la televisión.
¡Los remedios caseros no sirven! Para abortar, lo mejor son las pastillas. Una tal υи∂єя % nos da unos links, para que nos informemos. En este foro hablan de lo riesgoso de abortar de manera clandestina, mejor donar el bebé a la ciencia o a la Iglesia (si no te lo roban antes). Piensa en el derecho de tu hijo a vivir, serás muy feliz con tu hijo, piensa en su sonrisa…
Alguien comienza a taladrar mi cabeza mientras imagino esa sonrisa, la sonrisa de mi no hijo que tiene derecho a vivir mientras yo muero. Qué felicidad, ¡confeti para todos!
Imagen de Cristóbal Ospina |
1 comentario:
Me gusta. Nos reconozco, pero me descuelgo de esas historias.
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