Π nunca existió

Miro la leche
que brota de sus senos
maltrechos. 

Los viejos no salen ya de casa
andan atados con sogas al sofá
olvidados        dejándolos     ir
muriendo con El Diario de Patricia. 

Asesinan abuelos
en los supermercados. 
Todos morimos un poco
en los supermercados.

Observo a las madres
mientras les robo a sus hijos
como Natalie Portman en esa horrible película de Goya.
Enloquezco de felicidad y de miedo.
Los mezo en mis brazos
y luego
desaparecen
en   las   tinieblas.

Qué ridícula e hipócrita es la felicidad,
pero que orgullosa estoy de ustedes.
Ahora estoy tan feliz que podría pegarme un tiro.

He cogido un arma,
un arma capaz de matar.
Asesinan abuelos en los supermercados
los niños se desvanecen en mis brazos.


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