A Alfonso Fernández Ortega
Que caigan los muros
que callan,
gritos de libertad.
Que se alcen las cabezas
de la razón.
Que mueran las calaveras
del poder.
Ilegalizar, ilegalizar, ilegalizar.
Perdone pero no le esta permitido
VIVIR
en esta zona.
La noche de los cuchillos largos,
de los ojos escondidos
de la mirada furtiva
de los corazones valientes
en preventiva.
El puñal de nuestra lucha
es la verdad de su futuro
y golpea las televisiones-cerebro.
El hueso de mi padre roto
te recuerda.
Pero condenan el grito,
la voz limpia y valerosa.
Sois todos, sois él.
Somos brazos apaleados
y bocas cosidas.
Somos los hijos
de las migas duras del 3 valientes,
caminando hacia tu celda.
Somos tú y yo,
rompiendo los muros
del capital.
La verdad
no tiene riesgo de fuga.
4 comentarios:
Derrumbar todo, acabar con sistemas perimidos. Un abrazo.
Quien la hace, la paga. Lo hizo? Ese es mi poema. El poema del imperio de la ley.
Señor o señora anónima, me pregunto quien se esconde detrás de tanta palabrería sobre la ley. Si no teme a dar la cara, por qué se esconde? Por otro lado, Alfon no hizo absolutamente nada, únicamente ir a luchar, como los pocos que resistimos en este país que ya se ha ido a pique.
Perimidos!
Bonita palabra, aunque no sea la mejor en este caso.
Los sistemas se mantienen por engaño o por imposición y no caducan hasta ser derruidos, y, la verdad, con la ciudadanía que corre, veo difícil que el nuestro caiga de esa guisa.
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