jueves, 17 de febrero de 2011

Morimos porque estamos muertos

Él muere,
yo muero,
nosotros morimos,
vosotros morís
ellos mueren.

Ella acaricia sus manos, las manos que una vez pertenecieron a otra, y una parte de ella siente las alegrías y las tristezas de su vida. Su padre se acerca a ellas, y esconden la mano debajo de la mesa, con gesto nervioso. Pero mientras toman el pudin, sus manos siguen unidas, mientras escuchan las batallitas de la guerra civil del abuelo, ellas unen sus manos cada vez más, y cuando llega el postre han dejado de ser dos manos para ser una sola mano.

Nosotros morimos, no es tan difícil de entender.

3 comentarios:

cM dijo...

Me ha hecho pensar en "Mujer contra mujer".
Me gusta tu blog :)

gabi dijo...

Me encanta, esta entrada, tu blog en general, y sobretodo, tu estilo al escribir. Creo que es muy personal y con mucha fuerza, un saludo

Igor dijo...

Congeladas en el tiempo han quedado esas dos manos escondidas. A ver a qué hora podrán ponerlas sobre la mesa.
Saludos.