sábado, 8 de mayo de 2010
Niña loca
¿Y dónde están todos los demás?
Nunca ha habido nadie ahí fuera.
Pero yo les vi.
Calla, o te encerrarán por loca.
Íbamos a toda velocidad, saltándonos semáforos y atropellando estrellas fugaces. Huíamos de todo, huíamos de la verdad y huíamos de nosotros mismos. Sabíamos que llegaríamos hasta el final, donde llegaron Thelma y Louise.
Anda, lleva el volante, voy a quitarme la camiseta.
Pero me da miedo.
Es fácil, sólo tienes que cogerlo con fuerza.
Entonces fui yo la dueña de nuestro destino y sentí cómo el viento golpeaba mi cara y me susurraba niña loca, niña loca, niña loca. Él sangraba, así que le besé y le limpié la sangre. Y fue entonces cuando le dije que le quería, y después de eso perdí el control de todo, de él, de mí y de todo lo que nos había rodeado. Le miré y no volví a verle.
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7 comentarios:
Buen texto,intenso y con un cierre para quedarse pensando.
Una maravilla.
Eso.
Sid.
Que nadie sea capaz de creerte me produce una pena...
Besicos
La locura es muy relativa, quién está cuerdo?
guau, ahí si que paso algo...un abrazo
Leer esto ha sido como notar una ráfaga de aire. Parece el final de una escapada, un ir al segundo. Me he quedado intrigado, como el que sólo ve un trozo de una pintura.
Todo mi ser acaba de movilizarse ... bufff ... cuántas emociones despertaron aquellas secuencias en mi vida, cuántas! Me se la banda sonora de memoria ... la tormenta me encanta ... y con mi amiga, salíamos y jugábamos a Telma y Louis ... INSEPARABLES, DUEÑAS DE NUESTRO DESTINO! Gracias, me has emocionado! Muacc
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