lunes, 14 de diciembre de 2009

La distancia adecuada

¿Y dónde estaban los muertos, los vivos y todos los demás?

Marcelo Obrus encendió la última vela y se preguntó dónde quedaron las estrellas de la nieve, los ángeles caídos y las tascas del infierno. Se había corrido, se había corrido y se había ido tan rápido como había podido.

Incluso la puerta se quedó a medio abrir imitando ese estúpido ruido de violín desafinado.

Se había quitado las manoplas y lo había hecho lo mejor que había podido. No era la primera vez, pero sí se trataba de la primera vez que importaba. Y dentro del coche podía sentir el vaho de sus labios y de los de su compañero, y pudo sentir la inmensidad de las cosas, de las que había vivido y de las que no.

En la radio sonaba alguna canción ochentera, pero se siente incapaz de recordarla. Se quitó las manoplas y ahí empezó todo.

¿De qué tienes miedo?

De ti

Soy inofensivo

Nada lo es

Yo sí

Entonces sal de mi coche y no vuelvas nunca.

8 comentarios:

DANI dijo...

Pues a mi me suena "Take this waltz". Por inofensivamente violento ;)

Me viene a la cabeza una imagen en blanco y negro de un seiscientos con una puerta entreabierta y los cristales entelados. Evidentemente sonando Cohen ;)

Besos musicales

Espérame en Siberia dijo...

Aaah, me recordó tanto a la escena de "Mi vida sin mí". En donde están ambos en el auto y ella le dice a él: si no me besas ahora, me pongo a gritar.
Así de inesperado.

¡Muá!

Belén dijo...

Hay veces que lo mejor es hiur, pero...¿dónde?

Besicos

Cesc Sales dijo...

Viendo esa escena me creo de que voy a coger el metro, o el autobús...

Amarilla dijo...

esas palabras fueron rápido en mi cabeza, no creía en la distancia adecuada, después de esto cambio de opinión. :)

Anónimo dijo...

mm, reafirmo mi anterior comentario..

MâKtü[b] dijo...

Seguro que no salio...

Igor dijo...

Puffff.....

Me ha gustado. Cortante como el viento de este maldito mes de diciembre, pero una buena historia bien contada. Sigo.