jueves, 17 de enero de 2008

Carta de amor

Recuerdo ese beso con Bob Dylan de fondo, cálido, eterno, esperanzador. Entonces supe que el amor existía y te agarré muy fuerte para que no te escaparas. Cuando estoy triste, recuerdo ese beso y la energía vuelve a mí, sé que me quieres, que estás esperándome, que no es ninguna tontería, que no hay trampa ni cartón.

Tus manos me llevan por el buen camino, hace que me sienta mujer, feliz, orgullosa de ti y de mí. Tus manos escriben poesía a lo largo de mi cuerpo, y lo hacen florecer y palpitar como nunca antes. Porque eres el primero que dibuja y escribe con cuidado en cada pliego de mi piel. No dejes nunca la poesía, es lo único que te pido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

valiente!