lunes, 14 de enero de 2008

Olvido

Christina se miró al espejo una vez más. No gustó lo que vio. No entendía lo que decía la gente de su entorno sobre ella, ¿sería que estaban viendo a otra? Tras su apariencia de chica encantadora y guapa, se sentía un fracaso de persona. Miraba atrás y nada había merecido la pena, y tenía miedo de que le volviese a ocurrir de nuevo. Había estado enganchada a todo tipo de pastillas, sobre todo tranquilizantes, había bebido hasta perder el conocimiento, se había acostado con hombres que si volviera a ver no reconocería, había abandonado a cuantos quería…

Miró su cama deshecha. Él no volvería a ocupar el lado derecho nunca más, como si hubiera muerto, pero sin hacerlo. Encendió un cigarrillo y tomó una pastilla más, de esas que le hacían ver la vida un poco menos difícil. Miró a la pared, ya no quedaba nada, todos los recuerdos habían terminado en cajas de cartón. Sintió un escalofrío angustioso, ¿por qué nadie podría arrancar su sufrimiento? Ella era maravillosa, eso decían.

Así que Christina decidió mentirse a sí misma y se vistió con un vestido rojo escotado y zapatos de 5cm de tacón. Salió de casa y cerró la puerta de un portazo.

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