Diario de una 1/2 exiliada (para no herir sensibilidades)

Me canso de estar triste. La tristeza está infravalorada. Pero salgo a la calle, camino y me encuentro con caras tristes allá donde voy. Caras de años tristes, de vidas tristes empujadas por hijos tristes y madres tristes en una tristeza que es la vida. Pero todos fingimos que todo está bien por no decepcionar a los que fingen que están vivos, alegres, como murguista de Carnaval. Qué día tan lindo hace, ha salido el sol, nos dan el arguinaldo está semana, ya podemos endeudarnos hasta que no haya mañana. Se escucha "vamo arriba" o "todo va a estar bien" cómo cánticos de domingo a la hora de la misa, pero ya nadie se cree sus propias palabras, ni siquiera nadie se las creyó nunca, esto es una verdad universal. "Hay que avanzar", comer, dormir, trabajar, para volver a comer y dormir y trabajar para consumir todo tipo de cosas que puedan ser consumidas, luego drogarse y seguir trabajando y durmiendo y comiendo todo tipo de porquerías. Tú puedes pensar que yo soy pesimista, tú puedes pensar un millón de cosas de mí, pero te aseguro que ninguna de ellas será cierta. Así que todo lo que me dijiste, todo ese rollo de la amistad, la hermandad, la solidaridad, la vida... nada de eso que vomitaste y yo me creí sin pestañear era cierto. Lo único que debes hacer es seguir consumiendo, para seguir trabajando y que todos sonrían a tu lado, te den una palmada en la espalda y brinden por tu jodida existencia. Lo único que debes hacer es seguir trabajando y luego drogarte y así que todo esto siga funcionando por los siglos de los siglos mientras te vas consumiento en silencio para que nadie se asuste por tu determinación al pesimismo (incluso nihilismo) y así todos estén contentos en esta mentira que es la vida.