domingo, 8 de febrero de 2009

Un milímetro

Esconde sus manos donde no pueda verlas. Ha estado a un milímetro de verle morir, ha sentido como le usurpaba el último aliento y lo peor de todo es que se ha sentido viva. Pelaba tomates y lechuga para la ensalada de rigor. Estaba viendo su serie favorita y sólo él sabe lo que le molesta que alguien la interrumpa en esos momentos. Se ha cortado y está sangrando. La sangre recorre la lechuga y el tomate. Se ha echado a perder, se lamenta, mierda. De todas las cosas que más odia en el mundo se encuentran la sangre y las malas series de televisión. De esas que siempre se lían todos con todos y los jóvenes tienen en realidad treinta años, pero hacen que van al colegio y que aprenden algo. Pero ahora él la ha interrumpido y eso es lo importante. Y sólo él sabe lo que a ella le gusta esta serie. Es su favorita y se ha cortado. La ensalada a la basura. El cuchillo recorre su piel a modo de amenaza furtiva. Está tan cerca de la muerte y tan lejos de todo lo demás que en un abrir y cerrar de ojos podría ser feliz. Un milímetro. Es lo que hacía falta para estar completamente sola.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Dios. Brutal.