sábado, 21 de junio de 2008

Canción de cuna para un niño vago


Allí estaba el amante de la paz, haciendo poesía de la miseria y la mierda. Curaba sus heridas en el manantial de la corrupción, allí donde sus pecados eran atendidos sin sorpresa.
Córrele, córrele, córrela, córrele que te van a matar
Le decía su padre, enfundado en su chaqueta vaquera, oliendo a pena y a ron.
Él cogía la pluma, y escupía sus últimos sueños, sus últimas esperanzas y deseos para sus hijos, y los hijos de sus hijos, y los hijos de los hijos de sus hijos.
Ella limpiaba pescado todas las noches y cuando llegaba, le daba la espalda, no porque no le quisiera sino porque le quería demasiado. Él se iba, y a la luz de la luna, le escribía una esquela.Pero no quería que muriese aún.Aún es mucho tiempo cuando el estómago está vacío.
Córrele, córrele, córrela, córrele que te van a matar
Su padre daba el último trago de ron, hasta que viniera el siguiente. Pedía plata, para poder continuar la faena. Él se la daba, por no matarle de un tiro y acabar con todo. Gracias, mascullaba, pero en realidad no sabía lo que decía.
Quería acariciar el cielo, y darle la forma que tienen las cosas, quería escribir toda su pena y descansar por fin.
Pero no fue posible, le cortaron las manos

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