sábado, 17 de mayo de 2008

Sábado

Ahora que te lo has terminado todo, dime de dónde puedo recoger los restos.
Ayer te vi, pero parecías otro, quizá lo fueras, el recuerdo es caprichoso.
Ahora ya no hay nada que podamos hacer, es demasidado tarde, la lucha ha terminado.
Me voy a casa, a veces mis sentimientos me duelen en la punta de los dedos y necesito dormir para calmarlos, es difícil de entender, como el infinito del universo o la profundidad de tus ojos.
Las letras surcan mi mente, y forman un poema sin sentido, pero bonito y con final feliz como los poemas de Gloria Fuertes.
Como un ratón llamado Simón, salta y juega y toca el acordeón.
Me pregunto quá habrá al otro lado de estas fronteras, barcos rojos y viejos en el mar, una chica en bañador que busca a su amante, banderas rojas y negras como las que vimos cuando luchábamos por algo aún.
Una niña, rubia y preciosa, mira por la ventana del autobús y besa el cristal, pero su abuela le advierte de que éste no quiere besarla porque está sucio. La niña sigue haciéndolo, después de todo, no tiene nada que perder.



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