martes, 6 de noviembre de 2007

Pecados




El día en que volví a nacer,ya habia pagado por todos mis pecados. Había dejado atrás todas esas consignas de rebeldía, besos a la nada, pasiones vacías, puertas derribadas y castillos prohibidos. El día en que todo empezó de nuevo, aún quedaba mucho por hacer, porque todo lo demás había sido mentira. Miré a tus ojos y ellos me decían todo lo que me había preguntado durante años, sabían donde estaba la respuesta a todas mis dudas, me tendían un lazo para atar mis miedos. Miré a mi alrededor y una blanca candidez me rodeaba, lo que antes no respiraba, ahora me sugería perfumes secretos. Las personas que antes había odiado y matado en sueños, ahora me saludaban con una sonrisa en la cara, me saludaban a lo lejos como si fuera una reina, su reina. Tú me mirabas intentando descubrirme, buscando en cada una de mis arrugas o marcas algún indicio de nosotros dos. El guardián de las tinieblas ya no aparecía en mis sueños y "La Reina de las Nieves" me dejó escapar de su invierno frío.
Me reflejé en tus ojos y dentro de ellos estábamos los dos, habíamos vuelto a empezar, nuestras almas habían purgado ya todos sus pecados.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y qué pasó con el cristalito de nieve? Leonardo es un bonito nombre

Miguel Venegas dijo...

bienvenida al mundo, Ana. Tarde o temprano, a todos se nos va el cristalito. Ya veo que tienes unos ojos preciosos.