jueves, 4 de septiembre de 2014

Comunicaciones

-Alhaja, coge sólo las piñas maduras, las nuevitas no tienen piñones.
El abuelo, que no veía ni oía, pero sí sentía, golpeaba con un bastón las piñas y así sabía las que podía coger y las que no. Y solía acertar siempre.
Abuelo, tenías razón, viví demasiado rápido y no supe distinguir las piñas buenas de las pasadas.
Una mujer se ha fracturado el cuello practicando el Ice Bucket Challenge.  Hay algún astro mal alineado, sólo trato de descubrir de cuál se trata.
Duelen hasta las pestañas. Suena The End de fondo, muy apropiado para la ocasión. En la era de las comunicaciones, Candela está en su casa fumando un pucho de maría, mientras ve una telenovela ridícula y siliconosa. En pocos segundos se quedará dormida y el cigarro, aun encendido, quemará la sábana sobre la que se encuentra. Nadie se enterará y Candela se irá como los personajes de su telenovela favorita. En la era de las comunicaciones pagamos a profesionales que nos enseñen a comunicarnos en nuestras relaciones. Aprenderemos a enviar iconos de besos. Besos grandes, besos de corazón, muchos besos, pocos, besos de tercera edad, besos de perro...
En la era de las comunicaciones la señora se rompe el cuello, Candela muere asfixiada y tú le envías un beso de corazón a tu amante sin que tu novia te vea el móvil.

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