martes, 14 de agosto de 2012








Cansada de
esta invalidez ingrávida.
Alguien muestra una medalla,
pero no necesitamos máscaras
para honrar a los muertos.


Los dedos de mis pies
grangrenados
me recuerdan tu piel húmeda
lejana   ya      inconexa        desaparecida.

Podemos ser acróbatas
de un destino incierto
pero los obús seguirán
floreciendo en mis senos. 

¿Dónde está tu lengua
misteriosa
recorriendo mi columna?

Quisiera que estuvieras cerca
exprimiendo tus penas sobre mis labios. 











1 comentario:

Darío dijo...

Todos como islas, tan separados...