miércoles, 23 de marzo de 2011

Nada nuevo en Disneylandia

Era la primera vez que se encontraba tan cerca de alguien del sexo opuesto. Dos metros y 5 centímetros, según sus cálculos. Él era mayor y experimentado y tenía una barba muy poblada, para la edad que tenía, que no llegaba a la veintena. Él hablaba de lucha y de revolución y de conceptos políticos que ella aún no entendía, pero que le parecían muy sexies. Hablaban de guerrilla y de libertad y él empezó a chuparle la oreja. A ella le pareció un poco asqueroso, pero imaginó que formaba parte de eso también y que era parte de algo más grande. Se trataba del rito de la iniciación sexual y él era su guía experimental. Su mano señaló su pene , que ella imaginaba de otra forma, porque su Ken, con el que había jugado desde pequeña era totalmente de plástico y esa zona se la habían saltado como si tal cosa. Y preguntó, ¿qué hacemos ahora? Él le digirió como a una avioneta con alas de papel, y ella pasó por las etapas del rito de una manera torpe, pero dignamente, como una bailarina que hace sus primeros relevés.

-¿Y ahora qué hacemos?

Nada. ¿Qué quieres hacer?

-No lo sé, lo que tú digas.

Ahora es mejor que te vayas, es tarde y podría aparecer Marisa

Recoge sus cosas con cuidado de no romper nada, y entonces observa a su alrededor todas las pistas que no había visto antes: fotos de ellos dos juntos en lugares totalmente desconocidos para ella; una decoración demasiado femenina para él, tazas para dos…

Abre la puerta de casa, que le conduce a un caminito de hierba y de flores y de felicidad de plástico y termina orinando, allí mismo, donde todo empieza y todo termina y hay un salto entre el comienzo y el fin, y ya ha pasado el rito de la iniciación, ya es una heroína, ahora es cuando empieza su vida, la vida de verdad. Bienvenida a Disneylandia.

6 comentarios:

Volianihil dijo...

Muy bueno, qué fragilidad y qué voz-narrador-personaje tan bien hecho.

Anónimo dijo...

Precioso y frágil, como dice Diego.
Es lo primero que he leído hoy. Mi desayuno. Y me gusta. ñam ñam. :P

juan bello dijo...

Un lugar para no crecer. Me instalo ahora mismo.

-KtaStRoF- dijo...

joer, me ha encantado ana, muy delicado...
es cierto,ahora está preparada para vivir de verdad.

me gusta el título.
beso!

Pez Susurro dijo...

Pues a mi me parece un bofetón.
Me deja una sensación amarga, perpleja.
Hay algo entre las líneas que es rugoso...

Por eso es tan bueno.

Beso y beso.

Layla dijo...

joder, yo estoy con Gaby, igual es que tengo la visión distorsionada, pero de delicado nada...De todas formas, no me hagas mucho caso, que a mi Disneylandia siempre me ha dado mogollón de miedo... Mi hermano y yo todavía tenemos la coña de decir "esto es peor que que te encierren un año en Disneylandia", cuando algo nos parece horrible..