En la lejanía que nos separa estamos los dos.
Este es el único momento del día para ponerse serios
cuando todo apaga,
el silencio impregna la habitación
y me pregunto dónde estarás tú,
cuestionándome entre las sábanas...
Y los días que pasamos en el frente,
y los que quedan por estar en la retaguardia
el futuro es incierto y bochornoso,
se rompe, como lo haces tú,
cada día al despertar.
La espera se hace eterna
los días van pasando uno a uno como soldaditos de plomo
desfilando en una banda magnética.
La pregunta es
¿dónde estaremos entonces?
y ¿dónde estamos ahora?
el destino incierto enriquece las mentes inquietas,
pero bloquea los tecleos rígidos e intermitentes.
Este es el único momento del día para ponerse serios
cuando todo apaga,
el silencio impregna la habitación
y me pregunto dónde estarás tú,
cuestionándome entre las sábanas...
Y los días que pasamos en el frente,
y los que quedan por estar en la retaguardia
el futuro es incierto y bochornoso,
se rompe, como lo haces tú,
cada día al despertar.
La espera se hace eterna
los días van pasando uno a uno como soldaditos de plomo
desfilando en una banda magnética.
La pregunta es
¿dónde estaremos entonces?
y ¿dónde estamos ahora?
el destino incierto enriquece las mentes inquietas,
pero bloquea los tecleos rígidos e intermitentes.
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