domingo, 4 de enero de 2009

Genocidio


Hay soldados que no encuentran nunca el camino a casa...
Mientras tanto anochece en algún lugar bajo los misiles hermanos del pueblo vecino. Es hora de dormir, pero la noche abusa de su poder y contagia de su miedo al pueblo. Cada cual con su tema, en otro lugar se celebra la Nochebuena y se habla del asunto como que no quiere la cosa. En el fondo se trata de una anécdota más, algo de lo que hablar si te quedas sin tema en el ascensor. Las pistolas no hieren, es el odio el que cala hondo. Las manos que tocaron alguna vez, en algún autobús, que rozaron y acariciaron, ahora son enemigas y callan bajo la lluvia del fuego vecino. Las madres cantan a sus niños alguna canción de otra época que ya olvidaron, pero que calma los sollozos y las penas de los padres caídos. En el otro mundo, en el que se manda y decide, otro niño juega con un soldado y mata a otro soldado. Pero en los juegos los soldados sí encuentran su camino...aunque nunca vuelva a ser ya el mismo.

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