Por fin nos encontramos
yo con yo
sin ser.
La ventana canta sobre lo mismo,
parece que voy a morir.
No como el resto.
Nadie muere como el resto.
Somos libres
en la forma de morir.
Por fin,
entonces
somos libres.
Réquiem a una ironía.
A lo lejos, escucho tu voz
pero ya no la entiendo.
Eres un extranjero,
sería más sencillo apagarte,
y no dejar rastro.
3 comentarios:
Pero ser libres en la forma de morir no se saborea ni mucho menos tanto como cuando conseguimos ser libres en la forma de vivir. Eso sí mola mil, y sabe rico, y merece la pena que nos peleemos esa batalla. ¿Me acompañas?
claro que te acompaño mi amor
Minimalista y con una perspectiva enorme.Me encantó, Ana...
saludos
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