miércoles, 21 de septiembre de 2011

Sus tijerras
entran en su vagina
como tigres enjaulados.
Abre el gas
y déjame dentro,
pero no olvides llevarte el cambio.
Disfruta de las noches rotas
de tu pálido corazón.
Tus ojos piden
volver a casa
pero se quedan dentro de mí
hasta que ardemos.
Fundes tus manos
entre mis huesos.
Duele
y te quiero.
Mis sábanas gotean tu nombre
los gases lacrimógenos se acercan
y tú te alejas entre la multitud.

Hay dos maneras de morir entre tus brazos,
pero sólo una es la correcta

3 comentarios:

P. dijo...

Genial. Ese final...

Pez Susurro dijo...

Duele
y te quiero.


...

-KtaStRoF- dijo...

todas las sábanas siempre chorrean algún nombre.

el final,grande.

besos.