sábado, 28 de diciembre de 2013

¿Me acompañas?



Todo ese peso en la espalda, las escaleras de caracol de la Divina Comedia. Algunos tienen que morir para que los demás podamos apreciar la vida. Pensar, pensar, intercambiar, criticar, entender el por qué de las cosas, el capitalismo, los niños hambrientos, el por qué de la existencia.Siempre los años entre nosotros. Re industrialización déficit, la luz que sube, el trabajo que baja, mis piernas se quejan, ¿hasta cuándo durará este encierro?, ¿volverá todo lo que fue? Yo no viví por encima de esas posibilidades. También me acordaba de quienes aún no tenían posibilidades, ¿dónde estaba usted señor Ministro? Íbamos a la escuela, aprendíamos la tabla periódica, tratábamos de ser buenos, de hacerlo lo mejor posible, era lo que se esperaba de nosotros. Después algunos de nosotros trabajábamos para ayudar en casa, mientras intentábamos aprobar la carrera. Después el dinero gastado en el master, con el sacrificio de nuestros padres trabajadores. Después alguna práctica, algún exilio, y luego la nada. La lucha, siempre la lucha. La solidaridad en los ojos de quien entiende y ama, porque una revolución completa solo puede realizarse desde le ternura, el amor y la solidaridad entre los pueblos. Nos equivocamos, caemos, nos levantamos, cueste lo que cueste, lo conseguiremos. Yo voy a levantarme aunque me cueste, ¿me acompañas?

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