jueves, 1 de agosto de 2013

We can beat them, just for one day

Acababa de volver de un viaje donde había descubierto mucho de todo y poco de mucho, gentes brillantes, mentes apagadas, drogas de diseño, sexo a dos, a tres y a cuatro, lugares paradisíacos, desiertos de infierno, hombres complicados, complicaciones con mujeres...
¿Y eso es todo?
No, puedo contarte mucho más.
Por ejemplo que... da igual el suelo que pises, siempre vas a encontrar mierdas. Da igual la puerta que abras, siempre vas a encontrar drogas a tu disposición. También niños encerrados en armarios chiquitos y mujeres acróbatas y elefantes solitarios tocando el trombón.
¿Por qué no eres como el resto?
Porque el resto ya encontró su silla, y yo aún ando esperando en el pasillo.
Ayer vi a un chico con la cara desfigurada, era como el personaje de Batman, "Dos Caras". Era un chico lindo y joven, con todo un futuro por delante. Todos le mirábamos pensando que no podía pasarle algo así a un chico de tremenda belleza. Como si otros tuvieran menos derecho a ser calcinados.
El chico joven miraba mi comida, completamente embelesado, como si fuera la primera vez que hubiera visto una torta de fiambre. Es entonces cuando yo le ofrezco, con un gesto de esos que vienen a decir que estás ofreciendo algo, pero sin mucha seguridad. Giró su cara, para que pudiera ver bien la deformación de lado izquierdo.
¿Crees que eso puede salvarme?





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