martes, 11 de diciembre de 2012

La revolución será feminista o no será

"La venganza es un plato que se sirve frío"

Por eso ahora, después de un tiempo, me animo a denunciar los hechos que tuvieron lugar hace unos meses. No voy a hacer la típica denuncia de todo ocurrió un día soleado, comíamos helado, etc. Hace unos meses sufrí una agresión sexual. Me gusta ir al grano con las cosas. Hace unos meses sufrí una agresión sexual de un supuesto activista. Hace unos meses, a mis 28 años, tuve que decir NO y no fue suficiente. Hace unos meses, muy poca gente me creyó y a estas alturas deduzco que muchos y muchas aún se reirán cuando me vean, pensando en las cosas que me invento. No soy muy fan de escribir este tipo de textos en primera persona y con este estilo de sucesos en un diario de provincias, pero hacía tiempo que quería sacar ese demonio que llevaba dentro. Con esto quiero decir que no tengo miedo a los machistas ni a los agresores, pero sí tengo miedo a que les dejemos estar entre nosotros y nosotras como si nada ocurriese. Yo he tenido suerte, pero quizá otra persona no pueda decir lo mismo. En los últimos meses he sufrido dos agresiones, una sexual y otra por parte de la policía. Me ha dolido más la primera, ya que en la segunda el enemigo lo tenía claro desde el principio. Dos agresiones que bien podrían ser de un país de Oriente Próximo dirían algunos, pero suceden en un país que llaman civilizado y democrático. Las mujeres del mundo somos torturadas de muchas maneras, y los agresores aprovechan las vías del silenciamiento propias de los sistemas en los que vivimos. De nosotras depende unirnos y vencer el machismo arraigado que lleva tantos años llevándonos a un segundo plano. Es el momento de unirnos y tumbar el patriarcado, porque la revolución será feminista o no será. 



7 comentarios:

Nicolás dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nico dijo...

Está chula la entrada, te añado a Reader.

Anónimo dijo...

Muy valiente tu denuncia, compañera, mucho. Una agresión siempre nos duele mas cuando viene de "los nuestros" claro. Es muy dificil asumir que ese "los nuestros" incluye no solo machistas, sino "mala gente" Así, sin mas. Tenemos activistas, gentes de izquierda, luchadoras... en su mayoría buena gente. Debiera ir implícito, pero no. Vivimos en una sociedad podrida y al fin y al cabo, este mundo nuestro de activismo y militancia es parte, tambien, de esa sociedad podrida. No vivimos en una burbuja y ni un carnet ni una manifestación ni una asamblea reconvierten a un impresentable indecente -machista u otra cosa- en alguien decente. No es automático ni mágico.

El único consuelo -pobre, lo sé- es que si estuvieramos con y entre "los otros", los malos.. la agresión sería permanente, aplaudida o tolerada (mucho mas que entre nosotras) e incluso asumida por ti misma. Si dijiste NO y te rebelas -y ahora lo cuentas- es precisamente porque somos mejores, aunque haya excepciones -ese tipo-.

Gracias por lanzarlo al debate. Sabes que estoy de acuerdo: la revolución será feminista o no será, pero siempre y cuando que el feminismo sea revolucionario. Si no es así, no es feminismo.

Abrazos,
Violeta

Paco dijo...

Lo siento Ana, no tenía ni idea. No me meto en la vida de nadie y tal vez no soy lo suficiente sensible a los cambios de humor y a elucubrar sobre los motivos de ello, hay que contarme las cosas claras para que las entienda. Dinos quién ha sido, para no dejarle ser el próximo ministro de justicia ;-) La denuncia de estos hechos nos permitirán conocer quién aparenta ser compañero pero piensa como el enemigo... y en cuanto tenga una oportunidad se convierte en enemigo... sí, duelen menos los palos policiales que los palos de los presuntos activistas... besos y SALUD.

César Ulla dijo...

Hola Ana, te sigo en Twitter y siempre me gusta lo que escribes. No sabía absolútamente nada de esto y ahora que lo sé me gustaría cruzarme con ese hijo de puta y hacérselo pagar caro. No entiendo como existe la gente así, de verdad... Soy hombre y nunca he entendido de machismos y de desigualdades, para mí siempre hemos sido iguales tod@s, aunque soy consciente de que para el resto de esta sociedad (todavía patriarcal y machista no). No soy un hombre al uso, para mí eso del machote y del chulopollas es un cáncer a extirpar de este mundo y por cada chica que es agredida debería de rodar una cabeza... Sólo espero que no tengas que aguantar a gente que no te crea... Yo no te conozco, por desgracia, y te creo sin dudarlo.

Cuídate mucho y estoy en Twitter a cualquier hora para lo que necesites... No soy mucho, lo.sé, pero al menos sé escuchar y a veces hace falta sentirse escuchado.

Un abrazo lleno de todo mi cariño y de todo mi ánimo, eres una luchadora, eres una persona encantadora y no debes dejar que nadie te robe nunca la alegría ni la sonrisa.

Besos

César Ulla

César Ulla dijo...

Hola Ana, te sigo en Twitter y siempre me gusta lo que escribes. No sabía absolútamente nada de esto y ahora que lo sé me gustaría cruzarme con ese hijo de puta y hacérselo pagar caro. No entiendo como existe la gente así, de verdad... Soy hombre y nunca he entendido de machismos y de desigualdades, para mí siempre hemos sido iguales tod@s, aunque soy consciente de que para el resto de esta sociedad (todavía patriarcal y machista no). No soy un hombre al uso, para mí eso del machote y del chulopollas es un cáncer a extirpar de este mundo y por cada chica que es agredida debería de rodar una cabeza... Sólo espero que no tengas que aguantar a gente que no te crea... Yo no te conozco, por desgracia, y te creo sin dudarlo.

Cuídate mucho y estoy en Twitter a cualquier hora para lo que necesites... No soy mucho, lo.sé, pero al menos sé escuchar y a veces hace falta sentirse escuchado.

Un abrazo lleno de todo mi cariño y de todo mi ánimo, eres una luchadora, eres una persona encantadora y no debes dejar que nadie te robe nunca la alegría ni la sonrisa.

Besos

César Ulla

Darío dijo...

Las improntas machistas nos siguen atravesando. Yo doy fe, de que sólo las mujeres pueden levantar la voz y enfrentarse a todos los monstruos. Los machos somos una raza perimida, pero que todavía agrede. Hasta la revolución absoluta...