Antes de morir
he encontrado mi casa
y estoy a salvo.
Una mano mece la cuna,
y la otra esconde una navaja.
La misma que cortó el ojo bajo la luna caprichosa,
la misma que cortó el cordón umbilical
de nuestros fracasos.
Pierdes el vuelo,
pierdes el tiempo
mirándome
a lo lejos
mientras esta fotografía se descompone.
Pierdes,
te pierdes,
demasiado tarde,
ya hemos cerrado.
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