martes, 2 de noviembre de 2010

La cobra se come a la jirafa

Por cierto...
Ella esperó alguna respuesta que le llevara a pensar que era especial, diferente a las demás modelos, a la de Alabama y Texas y a la de Kentucky. En lugar de eso, le sugirió si se podía ladear hacia la izquierda, ya que no le dejaba ver bien la televisión. Cuando miró hacia ella esperaba que al menos hubiera algo interesante, un estreno de alguna buena película o un programa de esos en los que tu vecino o cualquiera puede ser millonario. Pero en la televisión no había un buen estreno, ni siquiera un programa de ganar dinero, había un documental, y una cobra se comía a una jirafa. Primero empezaba por la cabeza y así se tiraba unas horas hasta que llegaba a las patas. Él observaba con gran interés la imagen, tanto que, ya habían pasado tres horas cuando se percató de que ella se había ido.

4 comentarios:

Igor dijo...

¡Uf!

a smart chimp dijo...

[Parásito o simbionte]
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Por cierto... podrías echarte un poco a la izquierda? Es que no veo... eso, así, ahí, ahí está perfecto... ¡Gracias, cariño!

El efecto era casi perfecto, pensó. Ahora su bonita cabecita hueca coincidía casi al milímetro con la de la jirafa y se entregó hipnotizado al burdo montaje que había improvisado. ¡Pero tan resultón! La cobra se tragaba su cabeza y, una vez fuera de la vista, el resto daba igual, porque... ¿acaso tenía que escuchar su cuerpo? No, con su cuerpo hacía otras cosas, como antes en Alabama y Texas y Kentucky y tantos y tantos rincones de nombres menos conocidos... ¡mucho menos! Pero tanto da el nombre del lugar, siempre terminaba igual, la bonita cabecita hueca pedía y pedía y pedía y hablaba y hablaba y hablaba y, al cabo de la calle, siempre quería lo mismo, un contrato de exclusividad para el que no llevaba la estilográfica preparada: seré distinta a las demás, seré mejor que las demás, qué te gustó más de mí que de las otras, fue mi pelo, mi ropa, mis tetas, cómo me muevo en la cama... Cualquier cosa que la haga especial, y yo sólo quiero, cariño, que la cobra de turno la haga desaparecer, y ya casi lo ha conseguido, y ya llega a las pezuñas, y cómo va a cagar todo esto la puta cobra, y ya no está.

¿Cariño?
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;) Bien vuelta en ti...

Cesc Sales dijo...

...què indigestión...

Unknown dijo...

Se la zampó sutilmente ... y a dónde fue? A dónde fue? Me gustó el mensaje! Muacc